Félix Varela: ética, piedad y libertad como fundamentos de la patria

A propósito del ciclo de foro-debates del proyecto Hacernos Diálogo del Centro Loyola Reina se celebró un encuentro dedicado al pensamiento ético y moral del padre Félix Varela, centrada en su obra “Cartas a Elpidio”.

El espacio, guiado por el MSc. Julio Hernández Cobas, ofreció una aproximación profunda a la cosmovisión vareliana, destacando su legado filosófico, político y pedagógico como pilares fundacionales de la identidad cubana.

La visión de Félix Varela

El foro-debate abordó la vida y obra de Varela desde sus inicios en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio, donde promovió una renovación del pensamiento filosófico al perfeccionar el método escolástico por una visión abierta a la ilustración, pero fiel a la fe y la trascendencia.

Esta postura permitió a Varela integrar ciencia, fe y razón en una propuesta educativa orientada a la formación de ciudadanos virtuosos, comprometidos con la verdad y la justicia.

Cartas a Elpidio

Uno de los ejes centrales del encuentro fue el análisis de “Cartas a Elpidio”, obra escrita entre 1835 y 1838 en Nueva York, concebida como una guía moral para la juventud cubana. En ella, Varela denuncia los efectos corrosivos de la impiedad, el fanatismo y la superstición sobre el tejido social, y propone la piedad como virtud esencial para sostener la patria.

La impiedad, según Varela, destruye la confianza entre los ciudadanos, corrompe el honor y convierte el patriotismo en una máscara política. Frente a ello, la piedad se presenta como fuerza regeneradora, vinculada a la verdad revelada y al orden divino.

Desde el pensamiento…

El pensamiento vareliano -se expuso en la sesión- no se limita a la crítica moral. Su visión ética se entrelaza con una propuesta política clara: la libertad y la justicia solo son posibles si se cultivan las virtudes humanas.

Según destacó el profesor Julio Hernández, Varela en sus escritos advierte que la opresión colonial, la esclavitud y la crisis de valores impiden la felicidad de los pueblos. Por ello, insiste en que la independencia nacional debe surgir de la libertad individual, guiada por la justicia y la instrucción.

Otro aspecto señalado fue la defensa de la diversidad de pensamiento como condición para una sociedad democrática. El pensador cubano rechaza la uniformidad ideológica y promueve el diálogo fecundo, la cooperación desde la heterogeneidad y la formación de ciudadanos capaces de discernir y transformar su realidad. La igualdad, en su visión, no implica homogeneidad, sino el sometimiento de todos a la ley y el respeto a los derechos comunes.

El diálogo desde el Centro Loyola Reina

El foro-debate, convocado por el equipo de Hacernos Diálogo, concluyó con una reflexión sobre el humanismo vareliano, orientado a formar hombres de ciencia y conciencia, útiles a la patria y capaces de responder a los desafíos de su tiempo.

Félix Varela, como filósofo, pedagogo y patriota, continúa interpelando a las nuevas generaciones con su llamado a la virtud, la libertad y la fe como fundamentos de una sociedad justa.

Retomar la figura de Varela reafirma el compromiso del Centro Loyola Reina con la promoción del pensamiento ético y la formación integral, inspirada en personalidades cuyas obras siguen siendo faro para la educación, la ciudadanía y la transformación social.

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