Los beneficiarios del proyecto Convivir del Centro Loyola Reina disfrutaron de una experiencia inolvidable gracias a la nave espacial C02025, creada por los mentores de este espacio educativo. Esta no era una máquina cualquiera; estaba diseñada para llevar a los jóvenes aventureros a través de los siglos y mostrarles los increíbles avances científicos que han transformado la humanidad.
Bienvenidos a Bordo
«¡Bienvenidos a bordo!», exclamó el jefe de la misión, Ayler, uno de los mentores de segundo ciclo, con una chispa de emoción en su voz. Cada uno de los presentes se acomodó en su lugar, abrochándose los cinturones y dispuestos a iniciar el recorrido por el mundo de la electricidad, la medicina, el teléfono y el transporte.
Un Viaje a los Laboratorios del Pasado

Los viajeros fueron transportados en equipos a unos laboratorios ambientados con ideas y curiosidades del pasado, donde científicos cubanos y de todo el mundo realizaban descubrimientos revolucionarios. En cada una de las paradas, tuvieron la oportunidad de conocer jugando, interactuando con verdaderos equipos tecnológicos antiguos y más actuales.
A través de esta experiencia, comenzaron a entender la importancia de la ciencia en el bienestar de las personas y cómo los científicos dedicaron sus vidas al servicio de la humanidad; cómo gracias a esos avances hoy se disfruta de cosas tan simples como la luz en las casas, dispositivos electrónicos o un antibiótico.
Cada invento tenía un impacto significativo en su entusiasmo, al punto de que muchos de ellos manifestaron su deseo de convertirse en científicos e innovadores en el presente y a futuro.
Un Nuevo Sentido de Propósito
Al finalizar la aventura en la máquina del tiempo C02025, los niños, niñas y adolescentes regresaron a la realidad con un nuevo sentido de propósito y sueños en sus corazones. Habían visto cómo el trabajo de los científicos ha contribuido a mejorar la vida de todos. Se dieron cuenta de que el conocimiento científico no solo es esencial para el desarrollo personal, sino que también juega un papel clave en crear un mundo mejor. Además, fue un recordatorio de que ellos también podían ser parte de esa historia, convirtiéndose en los futuros inventores y científicos que transformarán la realidad.
La Importancia de Conocer la Ciencia desde Temprana Edad



En su travesía a través del tiempo, los participantes aprendieron que conocer la ciencia desde tempranas edades es vital, no solo para valorarla, sino también para inspirar a otros. Como guardianes del conocimiento, ahora tenían la responsabilidad de explorar, preguntar y, sobre todo, soñar. También descubrieron que el futuro pertenece a aquellos que se atreven a imaginarlo y crearlo.
De esta manera, se celebró desde el Centro Loyola Reina el Día del Científico Cubano o de la Ciencia Cubana.
Visitas: 16