Loyola abrió sus puertas para un evento que podría compararse con el primer día de escuela… solo que esta vez los protagonistas no llevan mochilas, sino muchas ganas de crecer y disfrutar. Más de 90 personas se inscribieron masivamente en una amplia variedad de talleres, desde Telefonía Móvil, Inglés, Masajes, Pilates, hasta actividades complementarias como Cultivando Nuestra Espiritualidad, Teatro y Canto.
Matrículas emocionales y entusiasmo renovado
Con el entusiasmo de niños que pisan el colegio por primera vez, nuestros “alumnos” mayores se presentaron listos para aprender, conocer gente nueva y, sobre todo, seguir reinventándose. Este ambiente alegre y lleno de expectativas hizo que la jornada se sintiera como un verdadero renacer para quienes buscan una vida activa y saludable.
Variedad de talleres para todos los intereses
El Programa Otoño del Centro Loyola ofrece una diversidad de opciones que permite a cada persona encontrar su espacio ideal. Contamos con talleres de autocuidado, Pilates, informática básica, inglés, telefonía móvil, psicología positiva, tejido, muñequería, manualidades, masajes, taichí, relajación y entrenamiento cognitivo. Además, ofrecemos talleres complementarios como teatro, canto, escritura creativa y cultivo de la espiritualidad.
Estos talleres brindan beneficios integrales: actividades físicas que cuidan el cuerpo, ejercicios manuales y de estimulación cognitiva para mantener la mente activa, además de herramientas para el bienestar emocional. En este espacio, te divertirás en disímiles espacios de recreación y construirás vínculos que te harán sentir parte de una comunidad cálida y familiar. También tienes la oportunidad de descubrir tu vocación artística o incluso convertirte en emprendedor a través de los talleres que fomentan la creatividad y el desarrollo personal.
Comunidad que transforma vidas
Entre los inscritos, hay muchos que repiten y también recién jubilados, motivados por amigos que ya participan y que han experimentado un notable cambio de vida. El Centro Loyola se ha convertido en un espacio para un envejecimiento activo, feliz y lleno de nuevas amistades, demostrando que aprender y crecer no tiene edad.
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