Una sociedad que necesita valorar a sus mayores
Hay quienes cometen el error —a veces por prisa, a veces por prejuicio— de mirar a las personas mayores como si fueran hojas secas de un calendario, piezas que ya no encajan en el engranaje social. Nada más equivocado. En una sociedad como la cubana, la más envejecida de América Latina, cada abuelo y abuela representa un archivo viviente de la memoria, un guardián de saberes que no aparecen en internet ni en manuales.

Una fiesta para honrar la experiencia
Por eso, ayer 1ro de octubre, desde el corazón verde de La Habana, la Quinta de Los Molinos se convirtió en escenario de una fiesta singular: el Festival “Avispero de Saberes y Emociones”, con el que arrancó la Jornada del Adulto Mayor. El proyecto Otoño, invitado especial de la cita, se unió a este festejo que fue más que un homenaje: fue un recordatorio de que el otoño también florece.


Talleres, creatividad y vitalidad sin edad
La mañana comenzó con la energía vibrante de la Bailoterapia del Proyecto Vive+, demostrando que la vitalidad no entiende de fechas, ni de años. Luego se desplegaron múltiples talleres que parecían estaciones de un viaje hacia la creatividad y la memoria: crochet, artesanía, música, ciencia divertida, barro, cerámica fría, cosmética, nutrición, masajes, costura y hasta el siempre ingenioso juego de Scrabble. Emprendedores, artistas y artesanos acompañaron a los adultos mayores en este recorrido que unió manos, risas y aprendizajes compartidos.

Teatro, música y arte para celebrar la vida
El programa continuó con el teatro espontáneo, donde las emociones se volvieron escena, y la música, que puso a vibrar recuerdos y corazones. El cierre quedó en manos de artistas aficionados, muchos de ellos del propio proyecto Otoño: voces como las de Silvita, junto a declamadoras y artistas del taller de teatro, hicieron que la Quinta resonara con un eco de comunidad y ternura..
Un nuevo espacio digital para contar la experiencia
La jornada también marcó el inicio de un camino digital: en el canal de YouTube del Centro Loyola ya está disponible un video que inaugura oficialmente este espacio. En él, los propios adultos mayores cuentan lo bien que se sienten en el centro, lo mucho que disfrutan las actividades y cómo cada propuesta les ayuda a mantenerse activos y felices. Un testimonio vivo de que la edad no es obstáculo, sino motor de nuevas experiencias.
Una lección contra el olvido
En un mundo que a veces idolatra lo nuevo y arrincona lo vivido, esta jornada fue un acto de justicia poética: devolver a los adultos mayores el lugar que siempre tuvieron, el de maestros de vida. Porque, al final, la edad no es una resta: es una suma.
Y ayer, en la Quinta de los Molinos, se sumaron alegrías, talentos y memorias para recordarnos que en cada arruga habita una historia, y en cada historia, una chispa que aún ilumina.


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