El pasado viernes 10 de Enero, la comunidad del Centro Loyola Reina se congregó en una emotiva misa de acción de gracias para despedir a Orgiel Sanzo Martín. Tras seis años y medio de entrega y liderazgo, Orgiel culmina su misión como director de esta emblemática institución, ubicada en el corazón de Centro Habana.
Orgiel deja tras de sí un legado de esperanza, superación y dedicación. Durante su gestión, el Centro Loyola Reina se consolidó como un espacio de encuentro y apoyo para la comunidad. Su liderazgo atravesó desafíos históricos, como la pandemia de COVID-19, durante la cual supo reinventar las actividades del centro.
A pesar del distanciamiento social, logró unir a colaboradores y beneficiarios a través de las redes sociales, llevando a cada hogar mensajes de amor, oración, fe y esperanza.
Un Líder en Tiempos de Adversidad
La gestión de Orgiel estuvo marcada por retos constantes: cortes de electricidad, problemas de transporte y otras adversidades que nunca menguaron su compromiso. Con carácter decidido y un corazón fraternal, escuchó y acompañó a quienes le rodeaban. Su lema, “Todo cuanto he hecho, ha sido para mayor gloria de Dios”, no solo guiaba su actuar, sino que inspiraba a todos a su alrededor.
Orgiel fue mucho más que un director: fue un líder que siempre estuvo presente. Su capacidad para adaptarse y mantenerse fiel a su misión, incluso en los momentos más difíciles, dejó una huella imborrable en el Centro Loyola Reina.
El Sentir de la Comunidad
Las despedidas siempre son difíciles, y esta no fue la excepción. En los pasillos del centro y durante los últimos días, las muestras de cariño y gratitud se hicieron sentir. “Lo quiero como a un hijo”, expresó emocionada una trabajadora con años en el lugar.
Otros, conmovidos, resaltaron su cercanía y liderazgo. “Orgiel siempre escuchó a todos, incluso en los momentos más difíciles, y todo lo hacía con amor y servicio”, recordó un colaborador.
Su impacto no solo se mide en logros, sino en el amor y respeto que cosechó en cada persona que tuvo la dicha de trabajar con él o ser beneficiario de sus proyectos.
Nuevos Retos, la Misma Misión
Con la partida de Orgiel, el Centro Loyola Reina inicia una nueva etapa bajo la dirección de la hermana Berglis de las Mercedes Marín Glean, de la congregación de las Hermanas Sociales. Con amplia experiencia como coordinadora del proyecto Mujeres de Hoy y como acompañante espiritual del programa Sentir, Berglis asegura la continuidad del trabajo dedicado en favor de la comunidad.
Gracias por Todo, Orgiel
El legado de Orgiel Sanzo Martín permanecerá vivo en el corazón del Centro Loyola Reina y de todos aquellos que tuvieron la fortuna de conocerlo. Su fe, amor y dedicación serán recordados como un testimonio de servicio desinteresado.
Gracias, Orgiel, por todo lo que has hecho. Por cada palabra de aliento, cada acto de amor y cada paso dado para mayor gloria de Dios. Tu lugar en el Centro Loyola Reina y en nuestras vidas está asegurado.
A continuación, compartimos algunos momentos inolvidables de la presencia de Orgiel en las actividades y proyectos del Centro. Loyola Reina en el trascurso del tiempo como director.
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Se pudiera decir mucho Orgiel pero lo mejor es gracias por Todo Hermano y éxitos
Waooo gracias Equipazo. Me sobrecogen sus palabras. Tengo el corazón lleno de agradecimiento y de nombres que llevo conmigo a la próxima misión que Dios me ha encomendado. Un gran abrazo. Estoy muy feliz de que la Hna Berglis sea la próxima directora de nuestra Institución y confío en el llamado que de Dios le ha hecho y en sus capacidades de liderazgo. Bienvenida querida hermana Berglis.
Gracias Orgiel por todo tu apoyo. Lo mejor para ti.
Gracias a usted por acompañarnos en tantos y tantos momentos, unos buenos, unos no tan buenos y otros realmente malos, siempre estuvo ahí para mí, para mi familia y para tantos otros, gracias, muchas gracias, que Dios siempre lo proteja y acompañe a usted y a su bella familia. Un abrazo
Para mi siempre seras presente en cada accion que pueda continuar.
Me ofreciste apoyo incondicional para hacer mi labor y convertir al espacio en lo que es hoy el momento esperado por los abuelos para socializarse y disfrutar culturalmente. Muchas gracias. Afectos. Osmar