El Patio del Centro Loyola Recobró su Ritmo
El Proyecto CONVIVIR del Centro Loyola Reina reabrió sus puertas esta semana, y el resultado fue un hervidero de energía. Niños y adolescentes de 5 a 15 años llegaron en grupo, algunos agarrando la mano de sus padres, otros caminando con la curiosidad de quien descubre un nuevo mundo. La misión: aprender a transformar su comunidad mientras se divierten.
Tres Grupos, Un Solo Propósito
El primer día fue una coreografía perfecta de organización y entusiasmo. Tras una dinámica de bienvenida en el patio —donde mentores y colaboradores se presentaron con juegos y sonrisas—, los participantes se dividieron en tres grupos por edades:
- Primer ciclo (1ro a 3er grado): Los más pequeños exploraron actividades lúdicas para romper el hielo, usando dibujos y canciones.
- Segundo ciclo (4to a 6to grado): Aprendieron sobre trabajo en equipo con desafíos cooperativos.
- Adolescentes de secundaria: Discutieron ideas para proyectos comunitarios, demostrando una madurez que sorprendió hasta a los mentores.




Mentores, Normas y el Secreto de CONVIVIR
Los colaboradores del proyecto —maestros de inglés, expertos en computación, artistas y guías comunitarios— se presentaron no con títulos, sino con historias. «Aquí no somos profesores tradicionales; somos compañeros de aventura», explicó un mentor mientras los niños escuchaban atentos las normas del juego: respeto, escucha activa y creatividad sin límites.
La merienda fue un momento clave: un espacio para compartir experiencias y recargar energías con refrescos y galletas, llenas de cariño. «Queremos que sepan que aprender puede ser tan natural como compartir una galleta», comentó una colaboradora.
¿Por qué CONVIVIR Es Diferente?
Este no es un aula convencional. Aquí el inglés se enseña con juegos interactivos, la computación se vuelve una herramienta para resolver problemas reales, y la escritura creativa se transforma en un puente para expresar sueños. «No repetimos la escuela; la complementamos con creatividad», destacó un coordinador.
El Éxito se Mide en Ganas de Volver
Al final del día, las preguntas de los niños fueron la mejor evaluación:
- «¿Mañana haremos más juegos de adivinanzas?» (Juan, 7 años).
- «¿Podemos empezar ya el proyecto de reciclaje?» (Laura, 14 años).
Los padres, mientras esperaban en el lobby, compartieron su alegría: «Mi hijo no paraba de hablar de lo que hicieron. Para él, esto es una combinación de diversión y aprendizaje que no encuentra en otro lado», dijo una madre.¿Qué Sigue?
¿Qué Sigue?
- Talleres prácticos:
- Proyectos comunitarios: Los adolescentes liderarán iniciativas con apoyo de mentores.
- Presentaciones públicas: Donde los niños mostrarán lo aprendido a familias y vecinos.
Con las matrículas agotadas y el entusiasmo en su punto máximo,
CONVIVIR se prepara para lo mejor que está por venir.



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