El Centro Loyola Reina se vistió de fiesta para celebrar el cierre de los cursos y talleres del Proyecto Otoño, en una jornada que desbordó emociones, sonrisas y, sobre todo, unión familiar. Esta ocasión especial no solo marcó el final de un ciclo de aprendizaje y convivencia, sino que también fue el escenario perfecto para festejar el Día de los Padres y los cumpleaños colectivos de nuestros adultos mayores nacidos entre marzo y junio.



Un homenaje al presente y a quienes nos acompañan desde el recuerdo
La mañana comenzó con un emotivo reconocimiento a la presencia de colaboradores, otros proyectos e instituciones amigas que han acompañado y fortalecido el Proyecto Otoño. Pero el momento más sentido fue el aplauso al cielo, dedicado a Martica, Maricela y Gladys, tres usuarias entrañables que dejaron una huella imborrable en la comunidad. El cariño de todos se elevó en un aplauso cálido, llevándoles nuestro amor y gratitud allá donde estén.
Otoño que florece como primavera
La jornada continuó con la proyección de un video que resume el espíritu del Proyecto Otoño: aquí, el otoño se siente primavera. Bajo esta premisa, el proyecto promueve una cultura del buen envejecer, fomentando el envejecimiento activo, saludable y feliz, donde el bienestar y el emprendimiento en la adultez mayor son protagonistas.
Arte, movimiento y creatividad
El repaso de lo vivido en este ciclo de cursos fue motivo de orgullo. Se recordaron los nuevos talleres: de arte, teatro, canto y escritura creativa, así como los espacios de asesoría sobre emprendimiento. La alegría se desbordó con la coreografía del taller de Bailoterapia, dirigida por la profesora Carolina de la compañía Flamenca Ecos, en colaboración con el proyecto El Avispero de los Molinos. El baile fue solo el pretexto: lo importante fue el ejercicio del cuerpo y la mente, y la energía compartida.



El escenario se llenó de talento con las presentaciones del Coro Otoño, declamadores, narradores orales y el grupo de teatro, que presentó un fragmento de su obra “Pillín”. Los cursos de telefonía móvil y entrenamiento cognitivo también mostraron sus logros, demostrando que el aprendizaje no tiene edad.
Una celebración verdaderamente familiar
Lo más especial de este cierre fue la presencia de las familias completas: muchos de los usuarios estuvieron acompañados por sus hijos, nietos y hasta bisnietos. El Centro Loyola Reina se transformó en un gran hogar donde varias generaciones compartieron celebraron y aprendieron juntas. La atmósfera recordaba a una colmena vibrante y llena de vida, en la que todos, grandes y chicos, se unieron para festejar.


Un cierre lleno de música y alegría intergeneracional
La música no podía faltar, y los cantantes invitados de la comunidad pusieron el broche de oro a la celebración. El cierre estuvo a cargo de la compañía teatral La Colmenita, específicamente con «Los Meñequitos», quienes llenaron de ternura y risas el espacio, propiciando un hermoso intercambio entre generaciones. Fue un momento mágico donde los más pequeños y los mayores compartieron escenario y alegría, reafirmando que la familia y la comunidad son el corazón del Proyecto Otoño.




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Maravilloso, muchas felicidades a todos, es loable que en medio de las dificultades diarias existan personas como Uds.
En el Rpto. Embill tenemos una filial de la Universidad del Adulto Mayor y una Cátedra Martiana la que sesiona con una frecuencia semanal y que pretendemos establecer vínculos con Uds si así lo permiten y es de su interés. También realizamos una actividad reciente por el día de los padres y realizaremos el viernes día 09/07/25 el cierre de curso muy modestamente
Favor a la dirección suyaby sus comunicadores comunicarse conmigo para posibles colaboraciones