El tercer domingo de julio es una fecha muy especial en Cuba, dedicada a celebrar a los niños y las niñas. Este día, se hace un énfasis particular en reconocer a las infancias como sujetos activos de derechos. En el Centro Loyola, este compromiso se materializa a través de un espacio educativo lleno de sano esparcimiento, respeto y amor hacia los pequeños que asisten, promoviendo su bienestar y protección.
Un día para todos: niños, niñas y familias
El Centro Loyola no solo dedica actividades especiales de verano para los niños y las niñas, sino también para toda la familia, que es el primer agente de socialización. Esta celebración familiar fomenta el vínculo intergeneracional y refuerza los valores de unión y cooperación.
Proyectos y actividades integradoras
Entre siembra, ritmos y sabores, varias generaciones de usuarios de los proyectos Casa Común, Mujeres de Hoy, Otoño y Sentir, junto con participantes del curso «De la maceta a la mesa» y el emprendimiento Dra. Galletica, compartieron experiencias únicas. Profesores del Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas Victoria de Girón también se sumaron, premiando a los niños participantes del concurso Embrioarte.
Juegos y aprendizaje en comunidad
Las actividades fueron diversas y enriquecedoras. Entre juegos, técnicas participativas, adivinanzas, bailes, canciones y terapia grupal, se dialogó sobre temas esenciales como el envejecimiento saludable, la importancia de la alimentación y el ejercicio físico, así como la relevancia de la siembra y el ciclo de vida de las plantas. Estos espacios educativos no solo entretenían, sino que también promovían el aprendizaje y el desarrollo de habilidades sociales y emocionales.
Fomentando sueños y aspiraciones
Durante el evento, los equipos también compartieron sus deseos, sueños y aspiraciones familiares. Se identificaron canciones infantiles educativas que enriquecieron el ambiente y se disfrutó de una divertida bailoterapia que unió aún más a los participantes.
Un homenaje a los niños y niñas cubanos
El encuentro fue realmente especial, no solo por las actividades realizadas, sino por el espíritu de celebración en familia y la felicitación a los niños y niñas cubanos. Este tipo de eventos refuerza la misión del Centro Loyola de ser un espacio seguro y amoroso para la infancia, promoviendo su desarrollo integral y su bienestar.
El Día de los Niños y las Niñas en el Centro Loyola fue una jornada llena de aprendizaje, diversión y unión familiar. Cada actividad estuvo diseñada para enriquecer la vida de los pequeños y sus familias, celebrando la importancia de cada niño y niña como sujeto activo de derechos y promotor de un futuro mejor.
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